La ansiedad por tener un hijo es generalmente un efecto de la infertilidad y no tanto una causa ya que las parejas que por más de un año han intentado concebir y no lo lograron factiblemente tienen un problema de fertilidad. Pero también es cierto que este estado estresante puede causar infertilidad entre el 1 y 2% de los casos, a la vez que empeora la capacidad de concebir que ya se encuentra deteriorada en el resto de las parejas.
En la actualidad uno de los factores que influyen cada vez más a la hora de tener problemas para concebir es el estrés causado por el ritmo de vida y si a esto se le suma el que genera el no conseguir el embarazo en el tiempo esperado, las cosas empeoran.
Las mujeres estresadas tienen ciclos menstruales irregulares y los hombres una merma en el nivel y movilidad de sus espermatozoides, además de ello el estrés afecta todo el organismo directa e indirectamente causando un gran desequilibrio; las personas con altos niveles de estrés no duermen los suficiente, comen mal, no realizan actividad física, no se relajan, etc.
Un claro ejemplo de los efectos de la ansiedad y el estrés en quienes desean un hijo lo puedes encontrar en las parejas que después de muchos años intentando conseguir un embarazo por todos los medios terminan adoptando, y al poco tiempo sin esperarlo ni buscarlo consiguen el tan ansiado hijo biológico.
Esto sucede porque cuando las personas adoptan desaparece la frustración que causa el no tener un hijo porque van a ser padres, la pareja se relaja, mejora el sexo y a su vez no existe la presión de conseguir el embarazo; los niveles de estrés bajan dejando de afectar la fertilidad y da lugar a la concepción.
*Alimentación saludable durante el embarazo
Desde que concebimos a nuestro bebé, todo lo que ingerimos formará parte de su formación. Es por eso que nuestra nutrición y hábitos alimentarios tendrán directa incidencia en nuestra salud, y en la de nuestro hijo. Una dieta balanceada y completa puede ayudarnos a impedir nacimientos prematuros y problemas de peso y talla del bebé, al igual que aumentar su resistencia a infecciones.
Es necesario entonces llevar una alimentación consciente: debemos contar con proteínas (para el crecimiento de células y producción de la sangre); carbohidratos (energía); calcio (formación de huesos, dientes y músculos); vitamina A (para la piel, visión y huesos), C (para absorber el hierro, y fortalecer el sistema inmune, huesos, encías y dientes), B6 (desarrollo de los glóbulos rojos), B12 (mantenimiento del sistema nervioso), y D (estimula al absorción del calcio); hierro y ácido fólico (para la producción hemoglobina en los globulos rojos y proteínas) y grasa (para almacenar energía y “combustible” para la lactancia).
Evitaremos el alcohol porque disminuye el aprovechamiento de las proteínas, del hierro, de las vitaminas de tipo B y del calcio. También las drogas y el tabaco porque son evidentemente nocivas para nosotras y para el bebé.
Con respecto a la frecuencia, es recomendable dividir las comidas en 6 ingestas diarias. Cada vez, vamos a comer tranquilas, masticando despacio y sin exponernos a tensiones –conviene no mirar televisión ni escuchar la radio mientras lo hacemos. Beberemos mucho líquido, pero preferentemente fuera de las comidas, para evitar molestias. La futura producción de leche materna dependerá de la correcta hidratación de la mamá.
Con respecto a los antojos, no debemos descartarlos como si fuesen sólo caprichos. A veces, mientras forma un nuevo ser, nuestro cuerpo puede sufrir pequeñas carencias – por ejemplo de vitaminas u oligoelementos. En esas situaciones sentimos necesidad de comer cierta cosa en particular: el cuerpo nos indica qué debemos hacer para equilibrar nuestra nutrición.
La infertilidad da señales, y en muchos casos la reversión de la misma depende de que sea detectada a tiempo, por tanto resulta importante el que estés al tanto de los síntomas que evidencian la posibilidad de que seas infértil.
Signos de infertilidad
Los signos de infertilidad se manifiestan de diversas formas, desde el comportamiento durante el sexo, factores culturales, estado mental, problemas endocrinos, desnutrición, salud, etc. También cabe destacar que el estado de vida general de una persona, englobando todo aspecto y no solamente el físico, influye en la fertilidad.
Infertilidad en la mujer:
- En el caso de la mujer el signo más importante que puede mostrar la infertilidad es la irregularidad en su ciclo menstrual, aunque también dichas alteraciones pueden ser señal de otros problemas de salud.
- El bajo peso, como el sobrepeso también influye en la fertilidad de la mujer, todas las féminas que se encuentran en estos extremos tienen problemas para concebir porque este desbalance hace que los órganos reproductores y el sistema endócrino no puedan trabajar con normalidad.
- Otro factor que puede evidenciar un problema de fertilidad es la cadera demasiado estrecha; esta característica influye en la capacidad de concebir de una mujer. Las alteraciones hormonales generadas por una dieta desequilibrada también alteran la fecundidad.
- Los vicios como el tabaco y el alcohol, o las drogas son factores que influyen negativamente en la fertilidad de una mujer, causando estragos por mucho tiempo.
- Otro factor se halla en la inadecuada posición de los ovarios, quistes u obstrucciones en las trompas de falopio. Dichas alteraciones hacen que el esperma no pueda completar su recorrido hasta el ovulo y fecundarlo.
Signos infertilidad masculina
Un hombre que muestra estos signos puede tener problemas para concebir un hijo, como así también otros inconvenientes de salud:- La obesidad afecta la salud del hombre en general y la calidad del esperma no está exenta, así como también se ve reducida la virilidad.
- La pérdida de cabello de forma regular puede ser señal de problemas para fecundar.
- Aumento elevado de grasa en la sección abdominal
- Arrugas y sequedad de la piel
- Baja libido
- Estrés
- Dificultad para tener una erección
- Sofocos
- Nerviosismo, ataques de ansiedad
- Depresión, desmotivación, falta de voluntad
Al concluir el primer trimestre de embarazo, el bebé ya cuenta con todos los órganos y sistemas formados. Sin embargo, es muy pequeño aún, y sus sistemas y órganos no están maduros. Es por eso que la mamá en este período y luego durante todo el embarazo debe tener en cuenta que son imprescindibles algunos cuidados como dejar de lado ciertas cosas que incidirían en el buen desarrollo y formación del bebé.
En primera instancia se deben dejar de lado el alcohol, el cigarrillo, evitar el café y más todavía los fármacos o drogas, las cuales, de ser necesario deben si o si estar recetadas y supervisadas por el obstetra. La razón de tales cuidados es que todos estos agentes enumerados influyen negativamente en la salud y formación del embrión, con el consumo de estos agentes se han registrado casos de aborto, bajo peso al nacer o patologías congénitas irreversibles.
Encontras Acido fólico en los siguientes alimentos:
- Frijoles o porotos
- Espárragos
- Naranjas
- Espinaca
- Remolacha
- Repollitos de Bruselas
- Maní
- Vegetales de hojas verdes
En el período embrionario y en el lapso de la 3 a la 8 semana de embarazo se da período de mayor sensibilidad debido a que es cuando se forman todos los órganos, tejidos y sistemas.
La madre en este período, al igual que su hijo, es cuando más sensible está, cuantos más síntomas se sienten en general. Recuerda que las hormonas y en definitiva todo el organismo, se encuentra en un nuevo estado al que debe adaptarse.